El origen del Café
Las plantas de Café son originarias de la antigua ETIOPIA (Abisinia). Es fácil confundirse con el origen verdadero del café, ya que antiguas leyendas sobre el cultivo y la costumbre de tomar café provienen de Arabia.
La más fuerte y aceptada de las leyendas acerca del descubrimiento del café y la bebida del café es la que hace referencia a un pastor llamado Kaldi. La leyenda dice que Kaldi se dio cuenta del extraño comportamiento de sus cabras después que comían los frutos y hojas de cierto arbusto. Las cabras saltaban muy excitadas y llenas de energía. El arbusto del que Kaldi pensó que sus cabras habían comido los frutos parecían cerezas. Entonces Kaldi decidió probar las hojas del arbusto y un rato después se sintió lleno de energía.
Kaldi después llevó algunos frutos y ramas de ese arbusto a un monasterio. Allí le contó al Abad la historia de las cabras y de como se había sentido después de haber comido las hojas. El Abad decidió cocinar las ramas y las cerezas ; el resultado fue una bebida muy amarga que él tiró de inmediato al fuego. Cuando las cerezas cayeron en las brazas empezaron a hervir, las arvejas verdes que tenían en su interior produjeron un delicioso aroma que hicieron que el Abad pensara en hacer una bebida basada en el fruto tostado, y es así como nace la bebida del café.
Se desconoce la fecha exacta en que el café empezó a cultivarse por los árabes, pero los científicos sitúan este hecho en Arabia, cerca del Mar Rojo, hacia el año 675 d.C.
En el siglo XIV, los árabes llevaron la planta a Yemen, donde aparecen las primeras plantaciones y descubren sus virtudes y posibilidades económicas, tanto que guardaron sigilosamente las técnicas de cultivo y procuraron por todos los medios impedir la salida de las semillas.
En los inicios del siglo XVII, el café fue llevado a Europa, entrando por Venecia, en Italia. Luego, pasó a Holanda, Francia, Inglaterra y Alemania.
El consumo del café aumentó en Europa y surgieron las primeras cafeterías.
El éxito de la bebida animó a los holandeses a cultivarlo en sus colonias. De esta forma, Holanda llegó a dominar la producción mundial de café.
Por un tratado de paz, en 1713, Francia recibió su primer cafeto de manos holandesas y llegó a la corte del rey Luis XIV, quien encomendó su cultivo al eminente botánico Antonio de Jussieu, en el Jardín Botánico de París.
Según la historia, en 1714 los holandeses trajeron las primeras semillas de café al Nuevo Mundo, en la Guayana Holandesa (hoy Surinam).
Más tarde los franceses decidieron enviar una mata de café a sus colonias de América (Martinica y Guayana Francesa), con el capitán francés de nombre Gabriel De Clieu, quien pasó innumerables aventuras para llevar viva la planta a su destino. Esta única planta dio el origen de los extensos cafetales de América Latina.
Existen cuatro clasificaciones para definir el origen de los granos de café. Clasificando cada región por su exportación predominante, el mapa nos ofrece un panorama general acerca de dónde se encuentran las siguientes clasificaciones:
Suaves Colombianos: Incluye cafés de Colombia, Kenia y Tanzania, los cuales son todos Arábicas Lavados.
Otros Suaves: También conocidos como Centrales, incluye la mayoría de los cafés centroamericanos, como también el de México, en conjunto con algunos países del sudeste de Asia. Todos estos cafés son arábicas, la mayoría Lavados.
Brasil: Incluye cafés de Brasil y de otros países sudamericanos. Casi todo este café es arábica no lavado, y el resto es robusta.
Robustas: Incluye mayormente cafés de África y algunos de origen asiático. Todos los granos son del tipo robusta.
Estas denominaciones son usadas generalmente en los mercados bursátiles de café para diferenciar el tipo de grano, su calidad y su precio. Los Suaves Colombiano son generalmente los de mayor calidad y más alto precio, seguidos por Otros Suaves, Brasil y Robustas.